El aprendizaje experiencial en las carreras de la salud es esencial en su formación para enfrentar situaciones reales, por ello es permanente y constante y se basa en un conocimiento significativo, contextualizado, transferible, y funcional.
Desde muy temprano, en las ocho carreras que imparte la UDD (Medicina, Odontología, Nutrición y Dietética, Kinesiología, Enfermería, Fonoaudiología, Tecnología Médica y Obstetricia), el alumno se acerca a las instituciones de salud para tener contacto gradual con los pacientes, de manera de consolidar las competencias aprendidas, integrando los conocimientos, las habilidades y también el trato de las personas, que enfrentan un problema de salud y necesitan ser acogidas por quienes los atienden.
En su rol de profesionales de la salud, los estudiantes UDD tienen que ser capaces de atender a su paciente y preocuparse también de su entorno, de su familia y de trabajar con la comunidad. De esta manera, en el internado o habilitación profesional -que se realiza en el último año de cada una de las carreras-, los alumnos están en un entorno real, ya sea un hospital, centro de salud o en un consultorio con el paciente, siempre supervisados por un tutor. Al momento de titularse, ya son capaces de tener el desempeño profesional en el contexto de un profesional generalista, que es lo que la Universidad forma, pero también están preparados para integrarse a programas de formación de especialistas.