Expertas debatieron sobre cómo reforzar el vínculo profesor-alumno en tiempos complejos
Con el fin de discutir sobre cómo reforzar el vínculo profesor-alumno en tiempos complejos, la Dirección de Formación Extradisciplinar organizó una conferencia online en las que expusieron las doctoras en psicología Neva Milicic y Soledad López de Lérida, y en la que participaron más de 60 docentes.
En la charla, que se llevó a cabo el miércoles 18 de agosto, se abordó la importancia de las emociones y sentimientos en el proceso de aprendizaje, perspectiva avalada por las últimas investigaciones en el área de la neurociencia. Esto da cuenta de cómo gradualmente surge un nuevo paradigma educativo, que impacta en los modos tradicionales de enseñanza.
Las expositoras brindaron estrategias concretas para los docentes y también para trabajar las competencias socioemocionales en el aula. Además, Milicic y López de Lérida no sólo destacaron la importancia del vínculo profesor-alumno, sino que también el que se establece entre los propios estudiantes. Para esto, proponen comenzar por hacerse la pregunta “¿Qué emoción me visita hoy?”, donde se utiliza la herramienta desarrollada por el CASEL (Collaborative for Academic, Social and Emotional Learning), RULER, para medir las emociones. Ésta permite reconocer, entender, nombrar, expresar y regular las emociones de manera correcta y apropiada, para así desarrollar la base como educador y para ser capaces de crear un clima emocional positivo.
En la misma línea, hablaron de cómo el afecto y el aprendizaje están entrelazados. Sobre esto, indicaron que la cultura del buen trato va en la exigencia, pero siempre en relacionarse con respeto y preocupación por el otro, ya que el cortisol, que puede aumentar en tiempos de estrés, impide que el proceso de aprendizaje sea el ideal. Así, es importante implementar la educación socioemocional, donde se busca desarrollar conocimientos, habilidades y competencias, para mejorar el bienestar personal y social.
Un profesor competente socioemocionalmente, es decir, que crea un vínculo con sus alumnos y tiene un manejo efectivo de la sala de clases, genera un clima positivo con sus estudiantes, por lo que favorece el aprendizaje. Por el contrario, las actitudes sancionadoras generan un clima tóxico donde los alumnos tienen un desempeño negativo y comportamientos disruptivos.
Para finalizar, se dio un espacio de 30 minutos para preguntas, donde los profesores presentaron sus dudas e inquietudes.