Benjamín Villalobos es estudiante de Ingeniería Civil Plan Común en la Universidad del Desarrollo (UDD). A sus sólo 20 años y con apenas dos años de carrera cursados, puede contar algo que muchos quisieran: logró emprender en medio de la pandemia con un proyecto que hoy se ha convertido en un negocio familiar. Éste se denomina “Refugio Pajaritos”, que consiste en la venta de casas para aves construidas a través de un proceso sustentable y amigable con el ambiente, desde su propio hogar en Santo Domingo, donde ha vivido toda su vida.

Benjamín cuenta que, como familia, siempre han sentido amor por la naturaleza, algo que reflejan en sus actividades y en su hogar. En este sentido, recuerda que cuando era un niño su padre ya construía casas para pájaros, algo que lo marcó de tal manera que lo motivó a impulsar su emprendimiento durante el año 2020 y comenzar con la venta de estos refugios, el cual fue lanzado de manera online debido a la situación sanitaria que vivía el país. Esta pyme, hoy día, ha logrado consolidarse y salir adelante con el trabajo colaborativo de toda la familia: el padre construye las casas, la madre se encarga de pintarlas y Benjamín las distribuye, maneja las finanzas y el marketing digital por medio de las redes sociales.

“Fuimos de menos a más. La finalidad era aportar en pequeña medida al pago de la universidad, pero fue agarrando vuelo y actualmente puedo financiar el 100% de la mensualidad”, cuenta. Agrega que ha sido tal el éxito que cada vez se torna en un trabajo más formal, sobre todo, con el aumento de clientes en la zona de Santo Domingo, que -en poco tiempo-, se ha ido extendiendo a más zonas del país.

En “Refugio Pajaritos” se venden casas para aves decorativas, funcionales y construidas a través de procesos sustentables y amigables con el medio ambiente, algo fundamental para Benjamín y su familia. “La sustentabilidad -para nosotros- es la base. Por ejemplo, no compramos la madera, utilizamos restos en buen estado de las construcciones de la zona. Las casas son antiguas, entonces la madera que se ocupa es súper noble”, indica.

A su vez, explica que la creación de lugares donde las aves puedan habitar afecta positivamente a la biodiversidad, aumentando la población de las especies locales.  “En las ubicaciones más urbanizadas hay pocos árboles y pocos jardines, entonces nosotros promovemos el cuidado de los pajaritos”, señala. En esta misma línea, han fabricado refugios de insectos, con el objetivo de atraer abejas y potenciar los ecosistemas por medio de los jardines, además de productos adaptados -por ejemplo- para quienes viven en departamentos.

Por otro lado, uno de los sellos diferenciadores de este innovador emprendimiento es que el lugar de exposición de los productos es el propio patio de la casa de la familia Villalobos, “por lo que los clientes ven inmediatamente los refugios, escuchan el canto de los pajaritos, generándose un ambiente propicio para que contemos la historia de la casa que se están llevando a sus hogares”, cuenta el alumno UDD. En este sentido, agrega que parte importante de la venta es contar a sus clientes de dónde provienen las maderas utilizadas, pues -para la familia- refleja también el cariño que han puesto en el trabajo realizado.

Sobre su vida estudiantil, Benjamín ya decidió ingresar en 2022 a Ingeniería Civil Industrial. Los ramos que motivaron esta elección que, a la vez, son compatibles con su emprendimiento y potenciaron las habilidades para impulsarlo, son Proyecto Ingeniería, Taller de Exploración y Taller de Diseño. En cuanto al futuro de su negocio, espera tener cada vez mayor alcance y llegar a todas partes de Chile con su trabajo, además de “proyectar la pyme con mi carrera y seguir entregando un servicio personalizado a los clientes”, concluye.