“AquaLama”, una solución para la agricultura
Las alumnas de la Universidad del Desarrollo encontraron una gran solución para uno de los problemas más comunes de los agricultores a nivel mundial: la ‘lama’. Conoce esta #HistoriaUDD.
#HistoriasUDD
Javiera Pinto y Camila Misito, de ingeniería civil industrial e ingeniería comercial, se adjudicaron los Fondos de Innovación RAIN (Radical Innovation Project Competition) de iCubo UDD, gracias a su proyecto AquaLama, que busca una solución a un problema constante entre los agricultores.
Sus ganas de innovar y de otorgarle una experiencia diferente a sus estudios, las incentivó a ser parte del dLab, programa interdisciplinario de innovación y emprendimiento, que fue fundamental durante la creación de AquaLama.
¿En qué consiste su proyecto?
AquaLama intenta solucionarles un problema a los agricultores, ya que a éstos se les obstruyen los goteros para el riego del cultivo por causa de las algas (Lama). Para eso diseñamos el ‘Equalama 480’, que evita la reproducción de estas algas para así obtener un riego uniforme y sin pérdidas. Además, de esta forma ellos no siguen gastando en soluciones que a largo plazo no ayudan a controlar este conjunto de algas y disminuyen la vida útil de todo el sistema de riego.
¿Cómo funciona?
El ‘Equalama 480’ funciona desintegrando la célula del ADN gracias a los rayos ultravioleta, para que ésta no se siga reproduciendo en ninguna parte del sistema de riego, especialmente en los goteros.
Encontramos que muchas plantas submarinas morían por los rayos UV que generaba el sol, por lo que comenzamos a investigar más y vimos que los rayos ultravioleta no solo se utilizan para purificar el agua, sino que para la medicina y desinfección de alimentos. Nosotros no queríamos purificar el agua, solo queríamos matar la célula del ADN por lo que los rayos ultravioleta eran la opción más económica a largo plazo para el agricultor.
¿Cómo vivieron el proceso de creación?
El proceso de creación fue lo más entretenido. Tuvimos que diseñar y tener muchas variables a considerar para tener un buen prototipo que se asemejara a lo que realmente queríamos. Pudimos estandarizar algunos procesos y diseñar, además, un modelo que nos permitiera saber qué especificaciones tiene que tener el ‘EquaLama 480’ en cada campo según sea su necesidad.
La ayuda técnica e ingenieril fue muy importante por el grado de complejidad que tiene este proyecto, por lo que trabajamos con varios expertos (biólogos marinos, ingenieros agrónomos, ingenieros civiles, biotecnólogos, etc.) todos ayudamos en lo que pudimos. También gracias a Ray Gallegos, quién nos apoyó con su tutoría de lo que estaba bien o mal en aspectos técnicos, fue una persona fundamental en nuestro proyecto.
¿Qué las motivó a emprender?
Camila Misito: Uno de mis mayores sueños era tener mi propio emprendimiento y dLab me sirvió como una herramienta para poder llegar a eso. Desde que comencé a trabajar con mi grupo les dije que quería hacer un proyecto que fuera innovador, destacable, con proyecciones y que me motivara a seguir con él a futuro.
El dLab fue un desafío en mi vida que me llenó de nuevos conocimientos y me ayudó a formarme como una profesional con mejores competencias que mis pares.
Javiera Pinto: Quería salir de mi rutina y mi cuadrado como estudiante de ingeniería, quería vivir y hacer otro tipo de actividades que no fueran solo de mi carrera. Me encanta aprender de otras personas, y en este caso el dLab al ser multidisciplinario era perfecto para eso.
¿Cómo fue la experiencia de ser parte del dLab?
Pasamos por todos los estados de ánimos posibles, creemos que fue difícil, fue un año trabajando con personas que no conocíamos, bajo presión y a una alta exigencia, lo que potenció aún más la dificultad de llevarnos bien en un comienzo. Pero pasando el tiempo fuimos aprendiendo más de cada uno de nosotros, pese a las peleas y alegrías que tuvimos a causa del dLab. Gracias a ellos estamos donde estamos ahora, cada una de nosotras tiene mayores conocimientos, de diversas áreas y estudios, ahora somos más tolerantes y sabemos trabajar bajo presión. Nos queremos mucho como grupo y nos llevamos muy lindas personas del dLab.
¿Qué rol jugó la UDD para motivarlas a ser parte del dLab?
La Universidad siempre hace charlas con los alumnos que ya estuvieron en el dLab, quienes motivan a poder innovar y pensar en grande. Cuando nosotros fuimos, nos decían ‘tú puedes crear un proyecto que puede ser lo mejor o, incluso, salir con una empresa propia’.
Fue fundamental para nosotras que llevaran a personas que tienen hasta el día de hoy sus propios proyectos, aunque estén en seis años más recién vendiendo sus productos, habla de superación y esfuerzo por lo que uno quiere lograr en la vida.
Estamos muy contentas de los logros que hemos tenido con nuestro proyecto, por fin estamos viendo los frutos de 1 año intenso de trabajo y dedicación.