Más de un cuarto de las mujeres chilenas en edad de trabajar son emprendedoras
Los resultados del último informe GEM Mujer 2013 – 2014 revelaron que la cifra de mujeres que se declaran emprendedoras aumentó de un 10,9% en el 2005 a un 25,5% a la fecha.
Actualmente en el país, la participación femenina en la creación de nuevas empresas es cada día más significativa, no solo por la creciente cantidad de mujeres que deciden emprender sino, también, por la diversidad de dichos emprendimientos. Así lo demuestra el Reporte Global Entrepreneurship Monitor (GEM); Mujeres y Actividad Emprendedora en Chile 2013-2014, que considera como emprendimiento femenino desde una pastelería hasta una empresa de biotecnología o un proyecto cultural.
El informe -elaborado por la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad del Desarrollo, UDD-fue presentado este 19 de marzo y comentado por la subsecretaria de Economía, Katia Trusich, quien destacó que “apoyar el emprendimiento femenino es clave para disminuir las brechas de desigualdad en nuestro país, fortalecer la cultura emprendedora como un mecanismo de superación de la pobreza”. Asimismo, enfatizó que el mayor desafío hoy está en “lograr que las mujeres amplíen los focos de su negocio a sectores con mayor rentabilidad”.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del director de Investigación de la Facultad de Economía y Negocios de la UDD, Cristián Larroulet, quien destacó que el GEM es una de las más importantes investigaciones que se hacen en el mundo en torno al tema y el más relevante en materia de emprendimiento femenino en Chile.
Aprovechó la instancia para reflexionar, acentuando que “si uno observa la participación de la mujer en la fuerza de trabajo en Chile y la compara con la OCDE todavía tenemos un déficit importante, (…) si nos pusiéramos como meta llegar a la participación femenina promedio de la OCDE para los próximos 10 años, podríamos lograr 115.000 mujeres emprendedoras adicionales en Chile”, destacó.
Los resultados de este estudio fueron presentados por el director del GEM Chile y director ejecutivo del Instituto de Emprendimiento de la UDD, José Ernesto Amorós; la directora de postgrado de la UDD, Olga Pizarro y la investigadora y académica de la misma casa de estudios, Katherina Kuschel.
Según el estudio, en Chile el 25,5% de las mujeres económicamente activas se declaran emprendedoras. De ellas, el 19% se considera en etapa inicial, es decir, dueñas de negocios de menos de 42 meses, y un 6,5 %, una emprendedora establecida, con un negocio que ha sobrepasado los 3,5 años de funcionamiento. En el 2005, sólo un 10% se declaraban emprendedoras.
Este aumento en la cantidad de mujeres emprendedoras se explicaría principalmente por tres razones, según los académicos de la Universidad del Desarrollo y co-autores del GEM Mujer. “La primera, a nivel país se ha fomentado de manera sistemática el emprendimiento y en los últimos años hay un entorno pro-emprendimiento que favorece la creación de nuevas empresas”, señaló Amorós.
Otra razón es el hecho de que a través de un emprendimiento las mujeres logran mayor flexibilidad horaria, lo que sería más compatible con la dedicación a los hijos; y por último, que el acceso a las nuevas tecnologías ha facilitado los emprendimientos, porque por ejemplo, es más factible ofrecer productos y servicios vía online.
El GEM muestra que el perfil de la emprendedora chilena es de una mujer de 39 años en promedio, en el caso de las emprendedoras iniciales, y de 44 años, en el caso de emprendedoras establecidas. Ambos grupos poseen estudios secundarios finalizados y se enfocan hacia la venta de productos o servicios.
Otro indicador que reveló el estudio es que la mayoría de las emprendedoras declara tener entre 1 y 5 trabajadores en sus negocios. Asimismo, un 65,6% de las emprendedoras iniciales y 57,4% de las emprendedoras establecidas, tienen expectativas de contratar entre uno a cinco empleados en el futuro.
En relación a esto, los coautores del GEM enfatizan en que los emprendimientos liderados por mujeres están considerando emplear trabajadores, lo que significa que esas empresas están formalizadas, tienen expectativas de crecimiento y de estabilidad.