Camila Pino: “Esperamos que curando heridas, cambiemos vidas”
La médico cirujana UDD contó a #HistoriasUDD cómo surgió la idea de crear Caminando sin Heridas, institución que ayuda a personas de escasos recursos afectadas con heridas crónicas o de difícil tratamiento.
#HistoriasUDD
Uno de los primeros trabajos que tuvo la médico cirujana de la Universidad del Desarrollo, Camila Pino -egresada en 2010- fue en un centro de curación avanzada de heridas, uno de los pocos que hay en Chile. Ahí fue testigo de cómo gran parte de las personas que presentaban heridas de difícil cicatrización eran pacientes de escasos recursos que no contaban con los medios para enfrentar el alto costo de los tratamientos. Esta situación la llevó a pensar en qué podría hacer para ayudarlas. De esta manera, y junto a un grupo de profesionales, creó en 2014 “Caminando sin Heridas”, institución cuyo objetivo es atender a personas de bajos ingresos afectadas con heridas crónicas o de difícil tratamiento, las que por lo general requieren de un proceso largo y costoso para lograr sanarlas.
“Pocos saben que existen un centenar de enfermedades y condiciones de salud que pueden llevar a que una herida común y corriente no logre cicatrizar por si sola y requiera de un tratamiento específico o una curación avanzada para lograr retomar su proceso normal de cicatrización. Es así como heridas traumáticas, pies diabéticos y quemaduras, entre otras, son una continua fuente de discapacidad e incluso muerte. Existen solo unos pocos proveedores y profesionales de la salud, capaces de manejar correctamente estas heridas, pero muchas veces su costo, sumado al desconocimiento, es tan alto, que evita que las personas busquen tratamiento y una adecuada atención”, explicó Camila a #HistoriasUDD.
¿En qué consiste Caminando sin Heridas?
Somos un grupo de profesionales de la salud que ofrecemos tratamiento médico y de enfermería especializado, a personas con heridas crónicas o complejas, también llamadas de difícil cicatrización. Trabajamos realizando una evaluación médica en donde se planifica el tratamiento, que muchas veces requiere del apoyo de nutricionista, kinesiólogo/a, psicólogo/a, médico especialista en las patologías de base y otros.
Buscamos involucrar y educar activamente a pacientes y familiares o cuidadores, en el tratamiento y prevención de recurrencias, poniendo especial énfasis en los factores de riesgo. Esperamos así, que curando heridas, cambiemos vidas. Actualmente, el manejo de heridas lo hacemos en nuestra consulta y con servicios a domicilio (por ahora solo en el sector oriente de Santiago). y con el fin de apoyar sobre todo a pacientes de escasos recursos, ayudamos directamente de tres formas distintas: tratamiento con un costo especial y accesible para pacientes Fonasa; en pacientes seleccionados y comprometidos, ayudamos a financiar el tratamiento; y n pacientes seleccionados y que requieran más de una atención semanal y cumplan con los requisitos de responsabilidad y adherencia al tratamiento, se ofrece la segunda atención semanal necesaria solo pagando el costo de los insumos.
¿Quienes trabajan en Caminando sin heridas?
Actualmente, el equipo está formado por 5 directores de distintas profesiones y 3 profesionales de salud en la atención directa de los pacientes (médico, enfermera y técnico paramédico). Sin embargo, varias personas conforman nuestra red y nos apoyan en casos especiales como por ejemplo una psicologa, nutricionista y en ocasiones un cirujano vascular y/o plástico.
¿Cuáles son las proyecciones para el corto plazo, en cuanto a crecimiento?
Actualmente estamos entregando alrededor de 50 a 80 atenciones mensuales (corresponde a 20 pacientes al mes). En el corto plazo, esperamos poder crecer en nuestro número de pacientes, incluir nuevas terapias y aumentar nuestro número de socios. Además esperamos que más profesionales relacionados se motiven y se unan a trabajar con nosotros de forma constante para formar un centro medico único, especializado y multidisciplinario.
Esperamos ser agentes de cambio, en el sentido de sensibilizar en este problema, educar a poblaciones de riesgo en la prevención y detección precoz de heridas y ser formadores de equipos de prevención y tratamiento de heridas complejas.
¿Qué papel jugó la UDD en la creación de este proyecto?
La Universidad fue una gran incubadora de experiencias y conocimientos, lo que me ayudó a desarrollar un fuerte sentido social. Como estudiante de medicina, estoy agradecida y orgullosa de haber realizado mi práctica clínica en uno de los hospitales del sector más pobre de Santiago (Hospital Padre Hurtado), lo que te lleva a vivir día a día una realidad difícil.