Juan Pablo Álvarez, coordinador de Comercialización de Resultados de I+D de la Dirección de Transferencia Tecnológica iCono UDD, tuvo la oportunidad de asistir a una de las congregaciones de profesionales de transferencia tecnológica más grandes del mundo: el Encuentro Anual de AUTM, una instancia para conectar, cerrar acuerdos y participar de paneles y charlas con importantes expositores del rubro. AUTM es una organización sin fines de lucro, líder en los esfuerzos por educar, promover e inspirar a los profesionales para que apoyen el desarrollo de la investigación académica que cambia el mundo e impulsa la innovación. Es una comunidad de más de 3.000 miembros que trabajan en más de 800 universidades, centros de investigación, hospitales, empresas y organizaciones gubernamentales de todo el mundo.

La actividad, en la que participaron más de 1.300 personas, se realizó entre el 19 y el 22 de febrero en el Hotel JW Marriot de Austin, Texas, Estados Unidos, donde gracias a la colaboración de Hubtec Chile, chilenos de varias universidades viajaron a aprender de las diversas temáticas relacionadas a la transferencia de tecnologías. Con el fin de contribuir al desarrollo de estos asuntos en la Universidad del Desarrollo, Juan Pablo trajo consigo una serie de herramientas para ser aplicadas en la gestión de la transferencia de tecnologías de la UDD, una valiosa experiencia de la que se anima a relatar cada detalle. 

¿Qué aspectos destacas más del AUTM Annual Meeting?

«Una de las cosas más interesantes fue la posibilidad de hacer redes con otros profesionales de las diferentes áreas y países, además de adquirir herramientas concretas para implementar de manera inmediata en nuestros procesos de gestión y comercialización de tecnologías. También fue fructífero en el sentido de que pudimos validar internacionalmente los procesos internos que ya estamos utilizando, relacionados con temas de gestión interna. Se logró tener una de evidencia que trabajamos de la misma forma que lo hacen universidades con 30 o 20 años más de experiencia que nosotros«.

¿Qué espacios de aprendizaje hubo en el evento?

«Fue muy provechoso en el sentido de la diversidad de temas que se abordaron, abarcando la transferencia tecnológica en todas sus dimensiones a través de diferentes actividades y formatos. Hubo mesas redondas, mesas de trabajos, espacios para speed meeting con empresas, cursos de especialización en temas de marketing, licenciamiento y valorización de tecnologías, charlas y plenarias por importantes speakers, como Kathi Vidal, Subsecretaria de Comercio de Propiedad Intelectual y Directora de la Oficina de Patentes y Marcas Registradas de los Estados Unidos (USPTO) que sin duda se llevaron los “highlights” del evento. 

Dentro del concepto general «transferencia tecnológica» de este magno evento, ahondaron además en temáticas más transversales y relevantes para el contexto social actual, como inclusión, equidad de género, innovación social o el rol de las oficinas en las universidades en todas sus aristas.

También hubo exposición de casos de éxito, además de talleres muy buenos sobre licencias para generar contratos más ágiles e incorporar cláusulas específicas para implementar en los procesos en el corto plazo. En fin, nuevos conocimientos que permiten salvaguardar mucho más la propiedad intelectual de la universidad y a la vez darle el espacio y seguridad al licenciatario para tener una tecnología madura y útil para sus procesos de comercialización».

¿Cómo percibiste el ecosistema de transferencia tecnológica de Austin, Texas?

«Es un ecosistema muchísimo más maduro, desde todos sus actores. Desde las universidades hasta la parte más empresarial. Nos reunimos con integrantes de las oficinas de transferencia de diferentes universidades de Estados Unidos, todas ellas con grandes volúmenes de investigación y de tecnologías y conocimos de primera fuente sus procesos y experiencias, incluso visitamos la Universidad de Texas. Darse cuenta que trabajamos de la misma forma que ellos es súper reconfortante, nos da una señal de que estamos haciendo las cosas bien. Eso es lo que más me llamó la atención, que además de los volúmenes, no somos tan distintos».

¿Qué actores relevantes pudiste detectar?

«Había directores de transferencia tecnológica de todo Estados Unidos y de diferentes partes del mundo, representantes de todo el ecosistema, como industrias, universidades, centros de investigación, hospitales,clínicas y diferentes proveedores de servicios relacionados a la transferencia tecnológica. Es muy interesante que instituciones de salud en EEUU también cuenten con profesionales asociados a la transferencia tecnológica, ya que estos permiten una constante vinculación con las universidades o centros de investigación”. 

¿Con qué te quedas principalmente de esta experiencias?

Con todo el aprendizaje para ser aplicado inmediatamente en iCono y desde mi rol específicamente en los contratos de licencias. Herramientas para fortalecer y agilizar los procesos de marketing, validación y transferencia de nuestras tecnologías, buenas prácticas que permitan generar confianza en las etapas más tempranas con las empresas, asegurando tener una solución que realmente resuelva su problema, además de nuevas prácticas, tales como la mejora de los contratos que nos sirvan para abrir nuevas líneas de negocio o para crear nuevos espacios de colaboración  con las mismas empresas u otras empresas interesadas en nuestras tecnologías. Además, fue interesante ver cómo todos los actores del ecosistema buscan disminuir la brecha universidades – empresa, mediante una cultura de inversión en I+D+i en conjunto. Escenario que en Chile no estamos acostumbrados y que es necesario adoptar para generar un impacto real en la sociedad.