Antonia del Río estudió la carrera de Diseño con mención en Espacios y Objetos en la Universidad del Desarrollo. Una vez titulada, la profesional se planteó crear un emprendimiento en el que pudiera mezclar su profesión con su pasión por el orden y la organización, ya que considera que el cómo utilicemos y tengamos nuestros espacios en el hogar, influye en nuestro rendimiento, estado de ánimo y productividad. Fue de esta manera en que el año 2016 creó O-Tres, el cual busca generar ambientes funcionales y prácticos para facilitar las tareas del día a día.  

Según señala la alumni UDD, O-Tres es un servicio de orden, organización y optimización de espacios en los hogares, que busca “ayudar al cliente a descartar las cosas que ya no utiliza, hacer una categorización, despejar y limpiar el lugar y así hacer un plan de logística para ver cómo se almacenarán las cosas”. Explica que esto se hace de forma personalizada, ya que influye mucho si la persona vive sola, en familia o con amigos y el cómo todos ellos se desenvuelven en el hogar. “La idea es llevar a cabo cada proyecto de manera empática y cercana para entregar así un resultado óptimo y que perdure en el tiempo”, agrega.  

¿Cómo nació la idea de crear este emprendimiento? 

Yo tenía muchas ganas de formar mi propia empresa y hacer algo que realmente me gustara. Por un tiempo pensé en la organización de eventos, pero me di cuenta de que lo que a mí en verdad me encantaba era ordenar y siento que soy buena en eso. Fue ahí donde me puse a buscar información sobre el tema y ver cómo podía ofrecer este servicio. Me topé con diferentes casos internacionales y me di cuenta de que, en países como España, Estados Unidos y Brasil, ya se estaba haciendo, por lo que la necesidad era real y había futuro en este tipo de negocio. Además, con esto podría entregar mis conocimientos sobre la importancia que tiene el orden en la calidad de vida.  

¿Cómo funciona O-Tres? 

Primero, proponemos diversos artículos para organizar, estos van a depender de las características del lugar donde se llevará a cabo el servicio. El cliente no tiene que comprar nada por su cuenta, todo lo llevamos nosotros, pero si la persona cuenta con cajas, contenedores y ese tipo de cosas, los reutilizamos y les damos la utilidad que necesitemos. Segundo, nos encargamos de que este orden no sea algo momentáneo, o sea que no vaya a durar solo un par de semanas ni que vayamos solo a acomodar, sino que creamos todo un sistema para que se mantenga y así llevar a cabo una logística personalizada. 

En tu opinión, ¿por qué es tan importante mantener el orden? ¿Cómo influye esto en la calidad de vida de las personas? 

Yo siempre he creído que mantener un ambiente ordenado y organizado nunca va a jugar en contra. Tener la casa en orden, espacios funcionales, prácticos, despejados y que cada cosa tenga su lugar, hacen que la rutina y dinámica del día a día sea más fácil y agradable, uno se despierta hasta con otro ánimo. El vivir en un entorno armónico y equilibrado mejora la calidad de vida. La verdad es que trae muchos beneficios, donde ahorras tiempo y plata, ya que al saber lo que tienes te hace no comprar de más y lo haces de manera consciente, ya sea con la comida, con la ropa, entre otras cosas.  

La limpieza también se hace mucho más fácil al tener superficies despejadas. Cuando guardas las cosas en contenedores y cajas puedes ir moviendo todo más fácilmente.  

¿Cuáles han sido los principales problemas que han tenido tus clientes al momento de empezar a ordenar?  

Yo creo que principalmente ha sido la falta de tiempo que tienen porque revertir la situación cuando ya se llegó al caos, no te llevará horas, sino que ya estamos hablando de días, dependiendo de todos los espacios que haya que organizar. Entonces obviamente que no todo el mundo puede paralizar su vida y su trabajo, por lo que termina siendo un círculo vicioso, porque mientras más desorden, más tiempo uno se demora en ordenar y se acumula más. Lo otro es no saber cómo hacerlo y angustiarse por no saber por dónde empezar, hay quienes dicen “de qué sirve que ordene este cajón si el desorden que tengo es mucho más grande”, por eso es importante crear un sistema y una planificación.  

Y en este camino como emprendedora, ¿cuáles han sido los desafíos más grandes a los que te has enfrentado?  

Creo que en ocasiones me he visto un poco sola porque cuento con un equipo muy chico. Hay gente que me ayuda en los servicios de orden en las casas, pero todo el tema de logística, de fidelización de cliente, de planificación, lo veo solamente yo. Ahí empiezan los cuestionamientos de cuándo es necesario empezar a delegar, lo cual siempre implica costos. Como emprendedora es difícil saber cuándo dar ese salto porque cada peso cuenta y muchas veces te quedas entrampada pensando en que, si lo haces tu misma te puedes ahorrar esa plata, pero a la vez dejas de producir y conseguir más proyectos. Tomar ese tipo de decisiones han sido de las cosas más difíciles en este camino, pero lo voy viendo paso a paso.  

¿Cuál ha sido la acogida que ha tenido este tipo de servicio?  

El primer año que empecé con O-Tres fue de prueba y error, donde me di cuenta de que la gente no entendía completamente la idea de esto y me preguntaban si era un servicio de limpieza, por lo que tuve que trabajar bien en el plan de cómo iba a entregar el mensaje e instaurar el concepto del orden y la organización como una forma de mejorar la calidad de vida. Cuando yo empecé, no había nadie en Chile haciendo esto, pero durante estos 7 años me he encontrado con otra gente que comenzó a hacerlo lo mismo. Tenemos una buena relación y contacto entre nosotras, e incluso, hemos pensado formar una asociación de organizadoras para que las personas vean este servicio como algo mucho más serio, tal como ocurre a nivel internacional.  

¿El servicio que ofrece O-tres se realiza solamente de forma presencial?   

No, también tenemos servicios que se ofrecen en formato online, sobre todo para la gente que es de región o que, por alguna u otra razón, no pueden tener la asesoría presencial. Aquí hacemos lo mismo, pero mediante las fotos y videos que el cliente nos envía. De esta manera llevamos a cabo la planificación y los acompañamos en el paso a paso como si estuviésemos en el lugar. Después se hace un seguimiento.  

Además, en O-Tres contamos con cursos por internet para la gente que prefiere algo más general, ya que ahí se enseña de todo, no es personalizado, pero se entregan diversos consejos, “tips”, herramientas, entre otras cosas.   

¿Qué se viene para O-Tres en el corto plazo? 

Estoy con muchas ideas en la cabeza que puede tomar tiempo concretar, pero me gustaría empezar pronto a capacitar a organizadoras para que más gente se pueda dedicar a esto. No lo veo como una competencia, sino que como otra área a desarrollar de mi negocio y transmitir todo lo que yo he aprendido, y así integrar ese nuevo servicio a O-Tres.