Nicolás Fernández se tituló el año 2014 de la carrera de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo -sede Santiago-, dos años antes comenzó a armar una particular iniciativa junto a su compañero Felipe Bengoa, surgida a partir de los ramos sobre urbanismo que cursaron. La idea que planearon fue compartir fotografías (antiguas e inéditas) en Twitter sobre calles y edificios históricos de la ciudad de Santiago, con el objetivo de reconstruir el pasado y tener una mejor base de imágenes para el futuro. “El tema agarró vuelo en las redes sociales, obtuvo muchos seguidores en ese minuto”, recuerda. Tras el éxito, decidieron profesionalizar la idea y en 2016 lanzaron la plataforma www.enterreno.com, con el propósito de crear el archivo histórico gratuito y colaborativo de fotos más grande del mundo. 

El arquitecto descubrió una oportunidad con su proyecto, ya que -según su experiencia-, en Chile es complicado acceder a este tipo de información histórica debido a que hay que pedir una serie de permisos y, en algunos casos, hay que pagar por ellos o “entregan una imagen que viene con una marca de agua que la arruina”, asegura. 

“Creamos una plataforma que se desmarca de las otras fuentes de archivo. Dijimos ‘hagamos algo abierto a la comunidad que sea totalmente gratuito. Démosle la oportunidad a los usuarios para que sean la fuente de información, tanto en contenido de imágenes, como también en información de estas’. Es la misma gente que sube la información”, enfatiza Fernández, quien junto a su equipo lograron financiar esta idea gracias a fondos concursables y con empresas que encuentran un valor histórico con su marca con la intención de transmitir que llevan años trabajando en Chile. 

Cabe destacar que hoy poseen el archivo privado de fotografías más grande de nuestro país, con más de 5 mil publicaciones, las cuales están georreferenciadas y descritas por el año en el que se tomó la foto. 

Uno de los desafíos que han tenido que enfrentar es traspasar la gran cantidad de archivos físicos a digitales, de manera rigurosa, por la gran masa de información que hay que manejar, debido a que cuenta con cerca de 90 mil piezas archivadas. “Tenemos cajas con fotografías y diapositivas, ese material es subido por practicantes o historiadores. Mientras que cuando un usuario sube una imagen, antes de quedar publicada en la web, tiene que ser revisada por el equipo porque hay que chequear que la información sea correcta”, explica el alumni UDD. 

“Se me acercan profesores de colegios, escuelas rurales y universidades para decirme ‘oye, yo ocupo tu página para sacar fotos y usarlas en mis clases’. Además, estamos citados en más de 20 tesis de distintas universidades”, comenta el arquitecto, agregando que en 2018 ganaron el Premio de Conservación de los Monumentos Nacionales entregado por la Unesco, el Ministerio de Culturas, las Artes y el Patrimonio y el Consejo de Monumentos Nacionales. 

Nicolás admite que los comienzos en el emprendimiento vinculado con la innovación y la cultura no fueron sencillos, ya que este tipo de startup no es convencional y suele ser menospreciado. «La mayoría de los emprendedores se enfocan en áreas como el reciclaje, el e-commerce o la venta de productos específicos», señala. No obstante, enfatiza que se pueden lograr resultados positivos, porque “existe una carencia en el mundo cultural y hay más oportunidades de poder crear algo nuevo”. De esta manera, el arquitecto invita a que sigan surgiendo iniciativas como Enterreno, ya que estas ideas ayudan al patrimonio histórico. “Se puede vivir del tema, yo soy un claro ejemplo”, concluye.