Juan Bacarrezza, Miguel Fajardo y Fernanda Soto, estudiantes de la carrera de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo (UDD), sede Santiago, fueron los ganadores del XXXVIII Concurso CAP de Arquitectura “Acción por el Clima”, organizado por el Grupo CAP, con el apoyo de Cintac, el Colegio de Arquitectos, y de la Asociación de Oficinas de Arquitectos. 

Para esta versión, se recibieron más de 90 proyectos relacionados con el Objetivo de Desarrollo de Sostenible (ODS) de las Naciones unidas. Los estudiantes de las 16 universidades que participaron debían diseñar un edificio y su entorno inmediato en áreas costeras de Chile, adaptándose a las necesidades del lugar y priorizando la sostenibilidad ambiental y la eficiencia energética. 

Jorge Lagos, gerente de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad del Grupo CAP, señaló que la idea del concurso es “inspirar a los jóvenes a buscar soluciones innovadoras que contribuyan a un futuro más sostenible para Chile”. 

“Cancha de Olas” es el nombre del proyecto ganador, que busca promover una economía circular, reciclando y reutilizando residuos industriales en artefactos deportivos u otros objetos útiles de las comunas de Quintero y Puchuncaví en la Región de Valparaíso. De esta manera, pretende ser un espacio deportivo para la comunidad, generando turismo y valor patrimonial en el lugar. 

La idea de los estudiantes UDD plantea un tratamiento del borde costero para rescatar la playa frente a la fábrica y los tubos del lugar, proponiendo un edificio multi programático para academias de deportes, bodegas, baños y espacios de observación. Además, un recorrido deportivo sobre los conductos se dividiría en tres áreas para diferentes deportes: la primera, para deportes de agua que aprovechan las olas como el surf y bodyboarding; la segunda para deportes como el kitesurf y el windsurf.  

Miguel Fajardo explicó que la idea del proyecto -guiado por los profesores UDD, Christian Yutronic y Cristian Alvarado- surgió de un recorrido por el sector “Las Ventanas”, donde observaron los tubos pertenecientes a una desalinizadora. “Nos pareció increíble esta infraestructura, el poder construir encima de esta preexistencia y hacer alusión al acero que es trabajar en tensión, ligereza, sin tener que contaminar el fondo marino”, mencionó.