Emprender es sinónimo de hacer que las ideas se conviertan en realidad, apostar por algo y trabajar día a día con la ilusión de hacerlo posible. Con esta motivación, más de 1.000 estudiantes de pregrado, postgrado y recién egresados (hasta dos años) de 68 establecimientos de educación superior (universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica) de distintas regiones del país, participaron en la cuarta versión del Concurso Nacional de Emprendimiento Universitario Impacto Emprendedor, impulsado por la Universidad del Desarrollo (UDD) y Banco de Chile -a través de su Programa Pymes para Chile-.

En esta oportunidad hubo 460 equipos en competencia, de los cuales 10 pasaron a la gran final, que se realizó en el Aula Magna de la UDD, donde debieron presentar sus pitchs frente a un jurado que estuvo integrado por: Maricho Gálvez Bastidas, gerente de Emprendimiento de CORFO; Alan Farcas, director de Negocios de AVINA; Josefa Cortés, emprendedora y CEO de PALPA; Ignacio Chavarría, gerente Red Regiones de Banco de Chile, y Ángel Morales, director ejecutivo de UDD Ventures.

Los ganadores fueron:

• Primer lugar: LightPo, dispositivo para pacientes diabéticos que previene la Lipohipertrofia (bulto debajo de la piel causado por la acumulación de grasa en el sitio donde se inyecta constantemente la insulina). El equipo integrado por María Josefa Sánchez, Nikolas Kusulas, Dominga Teixidó y Vicente Carmona, de la Universidad Católica, recibió un premio de $7 millones.
• Segundo lugar: OstheoGlove, guante electromecánico controlado por una app móvil que trata la artrosis de mano. El proyecto pertenece a Renata Ojeda, Pedro Palma, Ignacia Aspillaga y Magdalena Araya, de la Universidad Católica, quienes recibieron un premio de $4 millones.
• Tercer lugar: Calory Bricks, briquetas de residuos de biomasa forestal para estufas a combustión lenta. El equipo compuesto por Franco Cariqueo y Constanza Soto, de la Universidad del Bío-Bío, recibió un premio de $3 millones.

María Josefa Sánchez, CEO de LightPo, comentó que “estamos muy agradecidos de la oportunidad de participar en este concurso y de que hayan visto potencial en nuestro proyecto.  Ahora, con el premio queremos proteger la propiedad intelectual de nuestro proyecto, que es lo principal, pero también empezar a producirlo más masivamente, realizar el testeo masivo y hacer todos los estudios necesarios para seguir creciendo”.

Adicionalmente, la mención Compromiso Azul para Chile lo obtuvo Filga, un filamento biodegradable a base a algas, que reemplaza las rafias plásticas (hilo) utilizadas en la agricultura. El proyecto, de Sofía Anwandter y Josefa Mella, de la Universidad Diego Portales, se adjudicó un premio de $2 millones. En tanto, la categoría Espíritu Impacto Emprendedor, con un premio de $1 millón, fue para SociaLi+, iniciativa liderada por Pablo Jorquera, Sebastián Pulgar y Sebastián Molina, de la Universidad de Concepción, que consiste en la reutilización de baterías de litio desechadas para almacenar energía de nuevos proyectos fotovoltaicos y así entregar bienestar social y ambiental.

El vicerrector de Innovación y Desarrollo de la Universidad del Desarrollo, Daniel Contesse, manifestó que “detrás del emprendimiento y la innovación hay creatividad, personas, creación de valor y solución de problemas. Eso es lo que necesitamos en Chile, ser un país que enfrente y resuelva problemas con la capacidad creativa que está en las personas. Para nosotros, es un tremendo orgullo y privilegio organizar este concurso y ser la casa del cierre de este importante evento de alcance nacional. Este es un día importante para nosotros como universidad, ya que culmina un proceso tremendamente desafiante en el cual participaron alumnos de muchas otras universidades y en el que recibimos más de 460 proyectos”.

Por su parte, Sebastián Torrens, gerente de Desarrollo Empresas y Pyme de Banco de Chile, afirmó que “este concurso es una muestra más del claro compromiso de Banco de Chile con el desarrollo del talento joven en nuestro país. Creemos firmemente que las ideas innovadoras de las nuevas generaciones son el motor que impulsará el futuro. A través de esta iniciativa, buscamos entregarles apoyo, financiamiento inicial y capacitación a proyectos de jóvenes de distintas regiones, para que sus iniciativas se conviertan en realidades que generen un impacto positivo en nuestra sociedad. Además, queremos fomentar una cultura de emprendimiento que inspire a más jóvenes a seguir sus pasiones y a contribuir con soluciones creativas a los desafíos que enfrentamos”.