Los invitamos a este recorrido con imágenes de una de nuestras Pasantías Culturales UDD que hemos realizado a Vietnam, Camboya y Tailandia, vía Hong-Kong. No sólo sus paisajes con montañas, caudalosos ríos, arrozales y plantaciones de té, sino también sus historias de antiguos reinos de guerras y de paz, y la diversidad de la arquitectura de templos y ciudades en las cuales Oriente y Occidente se sincretizan, nos maravillaron, así como las comidas como pad thai, pho, bánh mi, y panang curry, y sus pueblos amables poseedores de una cultura milenaria, que a través de una experiencia inolvidable, nos han ayudado a entender uno de los lugares más visitados del mundo en la última década.
Desde un punto de vista político, la región de las llamadas “Indias Orientales” es un sector geoestratégico relevante desde la consolidación del comercio y la migración originada preferentemente con los pueblos indios y el imperio chino, y también una región crisol en materia religioso- cultural, en la que han interactuado históricamente el hinduismo, el budismo y el islam. Actualmente la región mantiene su condición de zona estratégica para el comercio mundial y de conectividad del Lejano Oriente con Europa y Medio Oriente, conservando sus tradiciones culturales e incorporando los factores organizacionales occidentales que consideran necesarios.
En lo artístico, la llamada Indochina nos ha dejado un legado de arte y arquitectura que convive con la cultura contemporánea de influencia occidental. Destacan templos milenarios y los palacios del antiguo Reino de Siam (Tailandia) y de la ciudadela de Hue (Vietnám), templos que emergen de la selva del antiguo Imperio Khmer (Angkor, Camboya), y una variedad artístico-cultural, a la que se suma la riqueza de sus paisajes y gentes, que hacen de estos países del Sudeste Asiático algunos de los más interesantes.
Las leyendas vietnamitas sitúan su historia hace más de 4.000 años y cuentan que tribus del matrimonio entre Lạc Long Quân (rey dragón) y Âu Cơ (diosa madrina), nacieron personas de varias tribus. El país tiene actualmente una población de más de 90 millones de habitantes, mayoritariamente de la etnia kinh, que viven en esta región montañosa y boscosa, con un clima tropical y monzónico, teniendo fronteras con China, Laos y Camboya, y más de 3.000 kms de costa al Mar de la China Meridional.
La hoy llamada República Socialista de Vietnam tiene una larga historia al haber estado bajo el poder de dinastías del imperio chino (siglo I aC al siglo X aC), luego dinastías nativas que alcanzaron su edad de oro entre los siglos XIII y XV, pero que terminaron con la colonización francesa a mediados del siglo XIX, que impuso importantes cambios políticos y culturales en la sociedad como la educación occidental, el cristianismo, y el desarrollo del cultivo de tabaco, té y café. Durante la II Guerra Mundial fue ocupado por Japón, posteriormente dividido políticamente, lo que lo llevó a una guerra civil (Guerra de Vietnam) que finalizó en 1975, y finalmente a su unificación bajo un régimen socialista en 1976. Una década después se inició una reforma que puso al país en el camino de la integración con la economía global, pero sigue siendo gobernada a través de un sistema centralizado, siguiendo el modelo de China, pero sin la programación económica marxista.
El vietnamita es el idioma oficial que se escribe en alfabeto latino con fonética portuguesa, y el francés, legado del período colonial, es hablado como segunda lengua por las generaciones más antiguas. Más del 80% de la población practica el budismo mahayana permitido por el gobierno, pero el cual lleva un estricto control sobre las organizaciones budistas.
La capital de Vietnam, se encuentra ubicada en la ribera del río Rojo, y fue proclamada como tal en el siglo XI hasta la ocupación de los franceses en 1873, quienes la convirtieron en la capital de la Indochina francesa. En el siglo XX fue ocupada por japoneses, y chinos y ha sido escenario de grandes conflictos bélicos hasta 1976. Lagos, parques y avenidas arboladas marcan el sello occidental de su transformación urbanística que hacen un sincretismo entre el ritmo asiático local y el colonial francés destacando el Mausoleo de Ho Chi Minh de arquitectura soviética, las pagodas del Pilar Único, de Tran Quoc, de Quan Thanh, y de Ngoc Son (en medio del lago Hoan Kiem), el Templo de la Literatura, y el Museo Etnológico en el que se pueden conocer y recorrer las viviendas de las diferentes etnias que forman el actual Vietnam.
A unas 4 horas de Hanoi por tierra (sólo 160 kms), a través de las ricas tierras del delta del río Rojo, campos de arrozales, búfalos de agua y la vida cotidiana de los pueblos vietnamitas, se llega a esta bahía considerada una de las siete maravillas naturales del mundo, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco con más de tres mil islas de piedra caliza irregular, que pueden ser sólo islotes de piedras o también grandes islas con cuevas llenas de estalactitas y estalagmitas, que emergen de las tranquilas aguas color verde esmeralda que navegamos acompañados de una comida deliciosa y entretenidas clases de cocina local. También encontramos playas de arenas blancas, viviendas en el agua, y juncos navegando rodeados de verdes bosques con amaneceres y atardeceres mágicos.
La antigua capital imperial posee un conjunto de monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que a pesar de las Guerra de Vietnam, se conservan muy bien y es posible recorrer la ciudadela dinástica equiparable en lujos a la Ciudad Prohibida de Beijing, y que fue habitada entre 1802 y 1945. A lo largo del río Perfume que atraviesa la ciudad, se hallan las tumbas de los antiguos emperadores Nguyen, la Pagoda Thien Mu, el lugar religioso más famoso de Hue, y hacia el noreste de la ciudad nos encontramos con los elaborados mausoleos de los emperadores Minh Mang y Khai Dinh.
Esta ciudad portuaria mercantil fue un activo centro de intercambio cultural entre Oriente y Occidente entre los siglos XV al XIX. Se conserva su casco antiguo y tanto sus construcciones como el trazado de sus calles son una combinación de estilos arquitectónicos que le ha dado su fisionomía con templos, pagodas, santuarios, casas comunales, residencias de clanes, viviendas y comercios. El Puente Cubierto Japonés de más de 400 años, y el colorido mercado son el reflejo de la arquitectura y vida relajada de esta pequeña ciudad. Un lugar que nos transporta al pasado, y muy cerca de las famosas Montañas de Mármol que representan el agua, la madera, el fuego, el metal y el aire, y en las cuales visitamos cavernas y templos en un entorno de exuberante vegetación.
Conocida antes como Saigón, fue la capital de la colonia francesa de Cochinchina y entre 1954 y 1975 pasó a ser la capital de Vietnam del Sur. Se caracteriza por sus elegantes avenidas e históricos edificios coloniales franceses como la catedral de Notre Dame, la oficina de Correos, y el Palacio de la Reunificación. A sólo una hora, en una tupida vegetación, se ubica CuChi una de las redes de túneles más extensa construida por los soldados del Viet Cong durante las guerras contra los franceses y estadounidenses, y que formaba parte de una amplia red que cubría el país. Estos túneles fueron utilizados como escondrijos durante el combate, rutas de comunicación y de suministros, hospitales, almacenamiento de alimentos y armas, y alojamiento de un gran número de guerrilleros. Un recorrido al Delta del Mekong, uno de los ríos más importantes del mundo, nos lleva en una lancha a través de estrechos canales cubiertos de palmeras y fincas de piscicultura a islas en las que visitamos fábricas de dulces locales, jardines de coco y aldeas que muestran la manera de vida local.
Con 16 millones de habitantes, una geografía dominada por el río Mekong y fuertes monzones tropicales entre mayo y octubre, el Reino de Camboya, está constituido por una monarquía constitucional y su capital es Phnom Penh. Es un país étnicamente homogéneo, con más del 95% de su población jemer y que practica el budismo theravada, religión oficial del país hace más de 1.200 años, siendo el calendario budista el que rige la vida cotidiana, pero con un fuerte elemento hinduista debido a la gran influencia de India entre los siglos I y XIV. Las prácticas sincréticas aún subsisten, y coexisten con la música, la trova, y la danza que conservan su carácter ancestral de tiempos angkorianos.
En la región floreció un primer reino conocido como Funan (siglos V y VI), que fue sucedido por el de Chenla, y en el año 802 dC, comienza la historia que origina un gran imperio, cuando Jayavarman II se autoproclamó rey y fundó el Imperio Khmer, que sobrevivió durante seis siglos dominando gran parte del Sudeste Asiático, acumulando inmenso poder, construyendo monumentales templos y alcanzando su apogeo político y cultural entre los siglos IX y XIII. En el siglo XV, tras la caída de Angkor, vino una época de decadencia continua, pérdidas territoriales, conflictos interdinásticos y el deterioro del complejo sistema de irrigación del que dependía la producción de arroz. Desde el siglo XIX Camboya formó junto con Vietnam y Laos, parte de la Indochina francesa.
Tras la ocupación japonesa en la II Guerra Mundial y la Guerra de Indochina, el país declaró su independencia en 1953. Veinte años más tarde, la Guerra de Vietnam se extendió a Camboya, y el grupo guerrillero conocido como ‘jemeres rojo’ tomó el poder (1975 a 1979) bajo el régimen maoísta de Pol Pot. Más de dos millones de camboyanos, equivalente al 25% de la población, murieron a causa de las hambrunas, las epidemias y la política de represión del régimen. Este sangriento período concluyó con la invasión vietnamita a fines de 1978 creándose un gobierno de facto que sobreviviría hasta 1992 con la caída del gobierno marxista, y en 1997 un golpe de estado llevó al poder al Partido Popular de Camboya, que permanece en el poder hasta hoy. En los últimos años Camboya ha experimentado un gran crecimiento económico, pero la población carece de escolaridad, particularmente en las zonas rurales, y la infraestructura básica es deficitaria.
Angkor fue la capital y el epicentro del Imperio Khmer entre los siglos X y XIV. Llegar a Angkor es un viaje en el tiempo para descubrir diferentes templos como Banteay Srey, Banteay Samre, Preah Khan, Neak Pean, o Ta Prohm, uno de los templos más pintorescos y memorables ya que se ha dejado en gran parte tal y como lo encontraron hace poco más de un siglo: invadido por árboles de la jungla, raíces, y grandes partes derrumbadas en el suelo. Subirse a un tuk-tuk, interactuar con los locales y conocer desde cerca su estilo de vida, y sus artes tradicionales, como los bailes, esculturas de madera y piedra, objetos laqueados, y trabajos en seda nos llevaron a Angkor Thom, el único complejo amurallado con sus grandes portales esculpidos en piedra y un amplísimo foso navegable que en una góndola nos permite contemplar la puesta de sol. En el centro exacto de Angkor Thom se ubica el templo de El Bayón con rostros tallados del dios-rey que parecen mirar al infinito en todas direcciones. Angkor Wat, es el templo más famoso, considerado el símbolo de Camboya, que sigue el modelo del templo montaña, con su rígida geometría, que simboliza el Monte Meru, hogar de los dioses, cubierto de bajorrelieves que narran episodios de la mitología hindú.
Tailandia, conocido anteriormente como Siam, tiene una población de 70 millones de habitantes de la cual el 95% practica el budismo theravada, y está dominada por las etnias tai y lao, las cuales forman las tres cuartas partes de la población. Otros grupos étnicos incluyen a los malayos en el sur, los mon, los jemer y varias tribus indígenas de las montañas, por lo que su cultura ha sido moldeada por muchas influencias, incluidas la india, laosiana, birmana, camboyana y china. A pesar de la presión europea, Tailandia es el único país del Sudeste Asiático que nunca ha sido colonizado por una potencia europea.
El tailandés es la lengua nacional, escrita con su propio alfabeto, a pesar de la existencia de dialectos étnicos y regionales. El respeto a los antepasados es una parte esencial de la práctica espiritual tailandesa, la antigüedad es primordial y los ancianos, por tradición, han gobernado las decisiones o ceremonias familiares. Los templos budistas en Tailandia se conocen como wat, que significa un recinto, y cada templo tiene un muro que lo separa del mundo secular. Los orígenes del arte estuvieron muy influenciados por el arte budista y por escenas de las epopeyas indias, y las pinturas tradicionales generalmente consisten en ilustraciones de libros y ornamentación pintada de edificios como palacios y templos.
Debido a su ubicación geográfica, la cultura thai ha estado tradicionalmente influida por las culturas de China e India. Hace más de 2.000 años emigraron desde el norte los tai, quienes durante el siglo XIII fundaron diversas ciudades-estado y principados. A partir del siglo XVI, las potencias europeas comienzan a establecer contactos con Tailandia bajo el dominio del Reino de Ayutthaya en que florecieron el arte, la literatura y el aprendizaje. Pero en el siglo XVIII el Reino fue destruido y sus construcciones fueron quemadas y el territorio ocupado por el ejército birmano. En 1782 comienza una nueva era con Rama I el Grande, quien establece la capital de Siam en Bangkok.
En 1932, tras un golpe de estado se terminó la monarquía absoluta y se realizaron las primeras elecciones parlamentarias de su historia, la primera Constitución y luego el establecimiento de una monarquía constitucional. Desde el inicio de la Guerra Fría y hasta la década de 1980, Tailandia permanece como un país políticamente inestable, con sucesivos cambios de gobierno y golpes de estado. A partir del golpe militar de 1991, se establece una democracia participativa moderna, otro golpe de estado en 2006 lleva al país a una crisis política de 2008 a 2010, protestas de 2013-2014 y otro golpe de estado en 2014 que establece un gobierno militar autoritario hasta 2019.
Conocida por los tailandeses como Krung Thep, o la ‘Ciudad de los Ángeles’, es la capital espiritual de Tailandia y fundada a fines del siglo XVIII. También se le conoce como la Venecia de Oriente, es una ciudad que se extiende a ambos lados del caudaloso río Chao Phraya, y en ella encontramos monumentales tesoros históricos como el Gran Palacio con el Buda de Esmeralda, los impresionantes templos de Wat Pho (el más antiguo de la ciudad con el Buda Reclinado de 46 mts de largo), Wat Benjamabophit (el templo de mármol), Wat Trimitr (con la mayor estatua de oro macizo de Buda del mundo), y Wat Arun o del Amanecer con su pagoda de casi 80 metros de alto. En los mercados multicolores y bulliciosos podemos apreciar la vida cotidiana de los tailandeses al igual que en sus laberintos de canales navegables que permiten magníficas vistas a la ciudad.
A menos de 2 horas al norte de Bangkok, Ayutthaya fue fundada como capital del Reino de Ayutthaya o Siam en 1350 por el rey U-Thong, manteniendo esa condición entre los siglos XIV al XVIII. Su trazado y ubicación fueron estrechamente ligados al agua, ya que se localiza en la confluencia de los ríos Chao Phraya, Lopburi y Pa Sak, en una península formada por una curva del río Chao Phraya.
Hacia el siglo XVII se había convertido en un importante puerto internacional con gran actividad comercial que comerciaba madera de teca y de sándalo, azúcar, cueros, marfil, pieles, sedas y productos de la artesanía local, así como con artículos que llegaban de Japón y China. Fue destruida en 1767 por el ejército birmano y hoy sus ruinas son el Parque histórico de Ayutthaya, que fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1991, y contiene palacios, templos budistas, monasterios y esculturas. El Reino de Ayutthaya fue uno de los períodos más fructíferos y creativos en la arquitectura tailandesa, diseñada para mostrar poder y riqueza, y la característica dominante de este periodo es la luz del sol que brilla en los edificios.
Ya sea para llegar o para salir del Sudeste Asiático, una de las rutas más cómodas es vía Hong Kong, en la cual nos quedamos un par de días para conocer esta antigua colonia británica que es hoy un territorio autónomo con un centro urbano densamente poblado, un importante puerto y un destacado centro financiero y distrito comercial con edificios diseñados por prestigiosos arquitectos, que se pueden observar desde Victoria Peak, uno de los lugares más visitados para poder ver la ciudad y la bahía desde lo alto. En las noches durante una hora se iluminan la ciudad y la bahía con la ‘Sinfonía de las Luces’ un espectáculo imperdible e imposible de olvidar. Destacan también el Gran Buda de Lantau, con su gigantesco Buda en lo alto de una montaña y con vistas a la isla artificial con uno de los aeropuertos más grandes del mundo. El contraste con los grandes rascacielos lo marca Aberdeen Harbour, una zona de pescadores al sur de Hong Kong en donde aún se vive en casas flotantes.